Eu. Verónica Nasabún Flores

Hoy resplandece una fecha marcada con profunda gratitud: el Día de la Enfermería. Es un momento para detenernos, reflexionar y alzar la voz en un unísono reconocimiento hacia los profesionales que sostienen los cimientos de nuestros cuidados críticos.

En el corazón palpitante de las unidades de paciente crítico, donde cada segundo cuenta, la línea entre la vida y la muerte puede ser tenue, son ustedes enfermeras y enfermeros, quienes se erigen como faros de esperanza y pilares de fortaleza. Su mirada atenta detecta los signos más sutiles, la mano experta alivia el dolor y la voz serena en medio de la tormenta sostiene, acompaña y transforma, dando esperanza en los momentos de mayor angustia.

El aporte va mucho más allá del cuidado directo de las personas, siendo agentes activos en la generación de conocimiento dentro de la especialidad. Su observación meticulosa, rigurosa y alimentada por la experiencia, ha impulsado la implementación de prácticas basadas en la evidencia, contribuyendo significativamente a la mejora continua del cuidado brindado. Sus valiosas experiencias y perspectivas son fundamentales en la construcción de un futuro donde la enfermería intensiva sea cada vez más efectiva, compasiva  y humanizada.

La dedicación es un ejemplo para todo el equipo multidisciplinario, el compromiso inquebrantable con el bienestar de las personas y su familia, la capacidad de adaptación ante la adversidad y su resiliencia frente al desgaste emocional, son una fuente constante de inspiración para todos,  logrando la continuidad de los cuidados de las personas y aliviando el miedo de los seres queridos.

En este Día de la Enfermería, la División de Enfermería de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva se une para rendirles un merecido homenaje. Reconocemos profundamente la invaluable contribución, la incansable dedicación y el conocimiento vital que aportan a nuestra disciplina. Su trabajo no pasa desapercibido; es la savia que nutre la excelencia del cuidado y el corazón que late con fuerza en cada uno de los logros alcanzados.

Hoy celebramos la pasión, una vocación , el profesionalismo y la profunda humanidad. Gracias, de corazón, por ser la esencia del cuidado intensivo. Que este día sea un espacio de reflexión, de aprendizaje y, sobre todo, de merecido reconocimiento a la labor fundamental que desempeñan día a día.

¡Feliz Día de la Enfermería!